martes, 19 de abril de 2016

El derecho como práctica argumentativa

Recientes noticias nos muestran el episodio bochornoso que protagonizó el actual presidente de Ecopetrol, antiguo Ministro de Hacienda del gobierno actual.  Se trata de una muestra de varias cosas que confluyen allí, tales como prepotencia, arrogancia, clasismo, intolerancia, entre otros aspectos. Sin embargo, las falencias o virtudes personales del señor Echeverry no son problema de este espacio, centrado en cuestiones preponderantemente jurídicas.

Sin embargo, el aspecto de su problema que sí conviene destacar es el de la incapacidad de Echeverry de someterse a un ejercicio argumentativo serio.  La diferencia entre una pelea (intercambio de agresiones), discusiones (intercambio de opiniones) y debates (intercambio de razones) es precisamente la racionalización del intercambio.  En cualquier caso, se busca que alguno de los participantes prevalezca sobre los otros, pero en el debate, el que debe prevalecer es aquel que ha logrado presentar mejor su red argumentativa.  En otras palabras, es aquél que ha logrado probar sus conclusiones a partir de argumentos.

Previo a seguir con las consideraciones sobre la práctica argumentativa, una revisión de lo ocurrido: 



Como se puede observar del video que recopila los "mejores momentos" de la exposición de Echeverry, conviene destacar, desde un principio, que se cometen argumentativamente los siguientes errores (y se trata solamente de un análisis de la nota de tres minutos):

* Falacia ad hominem:  Forma de falacia que consiste en desacreditar el argumento presentado por una persona, pero no por el contenido del argumento, sino por provenir de quien proviene.  Hay muchos ejemplos a lo largo, pero si quieren concentrarse en un ejemplo, revisen lo último que dice Echeverry antes del cierre de la nota.  Eso es una falacia ad hominem.

* ¿Apelación a la estadística? Apelar a los resultados de buscador de Google para mostrar que lo que aparece menos es porque no ocurre y lo que aparece más sí ocurre, es simplemente insostenible.  Tan absurdo resulta esto, que ni siquiera es claro a cuál regla de la lógica o del entendimiento era a la que apelaba Echeverry.  Habría que constestarle que si ese es el caso, la "viagra para la mente" es una píldora excepcional dado que en Internet hay muchos sitios que hablan maravillas de ella ... (¡!)

Hasta allí, el ejemplo ilustrativo...

Esto, apreciados lectores, es una carencia monumental de capacidad argumentativa.  El problema es que hay muchos otros espacios de la vida cotidiana en donde existen iguales o peores yerros argumentativos.  Uno de ellos es el mundo jurídico. Si de alguien se espera buena capacidad argumentativa, es de los abogados, en la medida en que su principal misión es la de gestionar los derechos de sus clientes a partir de la ley.  Y los jueces, fiscales y árbitros tienen una misión centrada en dirimir controversias y sustentar esas decisiones en argumentos.

El derecho, en esencia, es una práctica argumentativa.  La realidad jurídica no está preconfigurada.  No existe un derecho en el mundo, que llegamos a conocer.  Se trata de una construcción social.  Como construcción social que es, requiere de unos cimientos epistémicos para poder ser sostenible (un mínimo de coherencia en sus postulados).  Es así como una teoría jurídica académica requiere de una buena argumentación para que pueda superar el escrutinio de la academia.  Es así como las consultas que absuelven los abogados resuelven dudas de sus clientes, a partir del derecho vigente.  Es así como el litigio solo puede ganarse si se logra convencer al funcionario judicial de que los hechos contenidos en una demanda, llevan a la aplicación de la regla jurídica.



Grandes personalidades del mundo jurídico en el país adolecen de exactamente los mismos problemas que Echeverry: consideran que ellos tienen la razón siempre, y si alguien pretende contradecirlos, será más importante escudriñar el "quién" y no tanto el "por qué".  Se preguntarán ustedes qué incidencia tiene esto en sus vidas diarias: ABSOLUTAMENTE TODA.  El mundo en la actualidad funciona a partir de argumentos que se tornan en dogmas de fe, y dogmas de fe que se convierten en verdades.  El problema es cuando lo que se considera "verdad" surge a partir de ejercicios argumentativos deficientes.  La probabilidad de errar es muy elevada, porque serán verdades "por capricho".  El capricho, cuando se torna en derecho, se conoce como tiranía.

Miren el ejemplo de Echeverry, exministro y presidente de Ecopetrol.  Como él, hay muchos otros que ocupan elevadas dignidades en el Estado colombiano.  Y al igual que él, son muchos los que guían su actuar por opiniones y no por argumentos.  Ya han podido ver a dónde nos lleva esto.  ¿Será que es eso lo que esperamos de nuestros abogados?  Lo dudo...
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* Video tomada del canal de Youtube de Noticias Uno - "NoticiasUnoColombia" URL: https://youtu.be/F75U674OYiU
*  Imagen tomada de la página web www.vanguardia.com 

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