sábado, 29 de noviembre de 2014

Algunos apuntes sobre las penas en Colombia

Recientemente hemos tenido que vivir un ataque (uno más) de la guerrilla a la fuerza pública.  En esta ocasión, el ataque se dio en la isla de Gorgona, un destino turístico que en otra ocasión tuvo una utilidad bastante distinta.  Hace ya bastantes años, en Colombia existían varios tipos de privación de penas privativas de la libertad personal.  Por ejemplo, existían el presidio, la prisión, el arresto, y la reclusión.  Gorgona nos ha de recordar la primera de esas penas, en donde no solo la persona era privada de la libertad, sino que debía cumplir con trabajos forzados y un especial aislamiento del resto de la población.

A medida que ha transcurrido, Colombia ha ido decantando cada vez más su elección de penas principales, al punto que en la actualidad únicamente se prevén dos: la prisión (privativa de la libertad personal), y la multa (privativa de otros derechos).  Desde 1980 a la fecha, hay algo que no ha caracterizado a la legislación en materia penal: la innovación.  Inventar tipos penales no es precisamente ser innovador, significa ser un Estado carcelero, que es distinto.  Contrario a lo que creen muchos de mis colegas, no considero que el ser un Estado carcelero sea inherentemente algo malo.  Creo, eso sí, que la imposición de penas, por sí mismas, no solucionan los conflictos sociales, y por alguna extraña razón, parecería que todavía en nuestro subconsciente anhelamos que así sea.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Dolor de patria: Me duele el Estado, me duele la ley y me duele mucho la jurisprudencia.

Parece ser que siempre que me acercó al blog de la oficina, es para realizar una crítica contra el Estado, pero al ser este un espacio libre, porque nuestra firma no es sólo democrática, sino garantísta de la libertad y los derechos personales, puedo aquí encontrar un lugar para mostrar mis inconformidadades.

Normalmente soy una persona que se enferma seguido, pero hoy no amanecí con un dolor normal, hoy amanecí con dolor de patria, ¿dolor de patria?, sí, padezco este horrible dolor, porque veo que en Colombia sólo ocurren retrocesos en el procesos de todas las ramas de poder público, observemos lo que padezco a continuación.

sábado, 22 de noviembre de 2014

¿Cómo conduzco? - Parte 2


En la primera parte de este ingreso, titulado "¿Cómo conduzco?" mencioné que uno de los problemas que enfrenta la justicia colombiana en la actualidad, es que ser Juez (y le agregaría, ser Fiscal) ha dejado de ser una vocación.  Es un trabajo más que pueden ejercer los que se han graduado de una Facultad de Derecho.  Dado que cualquiera con tarjeta profesional de abogado está habilitado para ser Juez o Fiscal, se presenta una situación bien particular allí.  Me refiero al desempeño de cargos de carrera.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Implementación del nuevo sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo

Es evidente que con la expedición del Decreto 1443 de 2014, el Gobierno dio un avance hacia un sistema de gestión que integrara las normas existentes respecto a salud ocupacional. Al respecto se impone la obligación a todos los empleadores y me refiero a todos sin excepción alguna de sustituir el Programa de Salud Ocupacional al nuevo Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo –SST-, situación que ha generado que los empresarios destinen tiempo y recursos para su implementación y cumplimiento.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Algunas consideraciones teóricas sobre la justicia

En filosofía, la discusión acerca de la justicia es uno de los puntos de partida que han permitido estructurar gran parte de la filosofía política vigente.  No pretendo aquí dar cuenta de todo lo que se ha dicho y escrito en torno de la justicia.  Sin embargo, para efectos de la modesta opinión que aquí se consigna, resulta indispensable revisar un par de asuntos que adquieren hoy plena vigencia en la coyuntura colombiana actual.

En "La República" de Platón (Libro I), existe un famoso diálogo acerca de la naturaleza de la justicia, que es protagonizado por Sócrates (el personaje protagónico de los diálogos platónicos) y Trasímaco.  Allí, ambos discuten acerca de la naturaleza de la justicia.  El sofista Trasímaco es enfático: la justicia es aquello que conviene al más fuerte.  El fuerte, el poderoso es aquél que tiene la facultad de dominar voluntades e imponer su propia voluntad.  Por lo tanto, justo será aquello que va de acuerdo con su diseño y sus objetivos, en la medida en que los de los más débiles se adaptarán al de aquél.  Sócrates, por su parte, a través de una argumentación analógica con el arte de los médicos, le hace ver a Trasímaco que el médico no hace lo que al médico le conviene sino lo que le conviene a sus pacientes, así como el pastor hace lo que más le conviene a las ovejas, y no al pastor mismo.  En ese mismo sentido, el gobernante se caracteriza por hace aquello que sea más conveniente a sus súbditos.  Allí radica, entonces, la justicia de los gobiernos.

jueves, 6 de noviembre de 2014

La justicia y el postconflicto

Es curioso que en la actualidad, gran parte de la discusión que se da en los medios de comunicación y a nivel de los estamentos políticos del país, gran parte de la agenda la ocupa es postconflicto.  Se trata de un aspecto que sería vital en un eventual escenario nacional derivado de la culminación exitosa del proceso de paz con las FARC.  Como la etimología del vocablo lo indica con claridad, es claro que el postconflicto hace referencia a un escenario posterior al conflicto (en nuestro caso, al conflicto armado).

Más allá de la discusión de carácter netamente político sobre el particular, surgen inquietantes dudas acerca de qué es o qué implica el postconflicto.  El mundo jurídico, que va de la mano con la voluntad de las mayorías políticas en el momento, va encaminado a estructurar ese marco propio del postconflicto.  Sin embargo, la falta de claridad de qué es lo que el pueblo colombiano debe entender por postconflicto.  Si por postconflicto debemos entender un país que está exento de conflicto, parece ser que ese no es el caso de Colombia.  El paramilitarismo (frontal, o encubierto), las denominadas "bacrim", los grupos guerrilleros sobrevivientes (partiendo de que las FARC se desmovilicen), permiten mostrar que conflicto armado probablemente seguirá, sino que cambia la distribución de los roles y de la magnitud del poder bélico de cada uno de los actores del conflicto.