lunes, 24 de noviembre de 2014

Dolor de patria: Me duele el Estado, me duele la ley y me duele mucho la jurisprudencia.

Parece ser que siempre que me acercó al blog de la oficina, es para realizar una crítica contra el Estado, pero al ser este un espacio libre, porque nuestra firma no es sólo democrática, sino garantísta de la libertad y los derechos personales, puedo aquí encontrar un lugar para mostrar mis inconformidadades.

Normalmente soy una persona que se enferma seguido, pero hoy no amanecí con un dolor normal, hoy amanecí con dolor de patria, ¿dolor de patria?, sí, padezco este horrible dolor, porque veo que en Colombia sólo ocurren retrocesos en el procesos de todas las ramas de poder público, observemos lo que padezco a continuación.


Nuestro Estado, representado por nuestros administradores son una triste mentira, nuestro presidente no encuentra una ubicación en el país, trabaja un proceso de paz que parece sinsentido. Esta semana nos enfrentamos nuevamente de forma pública al flagelo del secuestro, un secuestro que de por sí se presentó en circunstancias extrañas y hay mucho por explicar.

Los organismos del estado están llenos de personas sin méritos que a diario expiden actos administrativos sin el cumplimiento de los requisitos, que generan daños antijurídicos a las personas a diestra y siniestra, los cuales necesariamente implican para la nación cuantiosas demandas, lo que no es malo para mi, pues espero "coronar" alguna de estas demandas por ahí en 20 años, tiempo que puede tardar un proceso judicial.

Nuestro alcalde de Bogotá no se queda atrás, una persona con buenas ideas políticas, pocos conocimientos de administración, una persona terca que toma decisiones eminentemente populistas, sin asiento sociológico o administrativo, decisiones apresuradas y regularmente cambiantes. La ciudad se ve Gris por tanta polución, el Sitp siempre esta estrellado o varado en alguna calle y vacio, porque parece ser que se ha comprobado que hay que tener un "doctorado" para usar el sistema, el cual seguramente podremos tomar en Universidades como la San Martín, los Libertadores, o la Remmington antes de que finalmente después de muchos años de dar clases de "garaje" sean intervenidas.

Me duele mi estado, porque me da nauseas el porcentaje del 56% de corrupción,  que nos posiciona con  poco orgullo en los primeros lugares de Latino América y el mundo, sólo superados por países como Sierra Leona,  pero tranquilos que vamos por buen rumbo para ocupar el primer lugar, con nuestros 791 funcionarios públicos destituidos desde 2004, los cuales han desangrando al país, con sus concusiones, cohechos y prevaricatos,  y estos son solamente los que han sido sancionado disciplinariamente, porque la mayoría seguramente le han pasado alguna "platica" a algún funcionario amigo para que colabore con el dolor de cabeza del disciplinario.



Me duele la Ley, porque la rama legislativa está mas podrida que el ejecutivo, el congreso no es más que un conglomerado de personas deshonestas y flojas (porque no van o van a dormir), salvo a algunos como Robledo o Claudia López a quienes se les ve el trabajo, pero el resto sólo son amigos del dinero y del poder. Las leyes van en retroceso e incluso nos quieren meter adefesios jurídicos como la reforma a la justicia, muchos de ellos en la cárcel por para política, algunos otros destituidos por farc política, todos desleales, latosos, o locos como las señoras Valencia y Cabal con sus ideas de ultra derecha y sus ejércitos de "Nazis colombianos", bien morenitos. Ni decir nada del prolongado malestar de perpetuación en el poder del señor Uribe en el congreso.

Pero lo que más me duele es la jurisprudencia, debe ser porque mi sueño es ser juez de la república, me duele porque los jueces entraron en el juego del tráfico de influencias, ahora defienden a sus hijitos con el cargo, o piden días para irse de paseito con sus amigos en un extraño crucero "regalado".

Siento una profunda herida por el paro judicial, porque nuestra rama judicial lleva años siendo administrada por el Consejo Superior de la Judicatura, corporación contentiva de abogados amigueros que poco saben de administración, porque los funcionarios son explotados y me imagino que por eso algunos no son amables con los abogados y usuarios, porque la mora judicial es evidente y los procesos se demoran 20 años y nos toca celebrar sus cumpleaños, porque establecieron una descongestión que en nada descongestiona y es sólo una medida improvisada sin resultados positivos.

Me duele porque las sentencias de las altas corte son malas, porque no dicen nada, que diría el maestro Reyes Echandía de esas sentencias, que dirían los magistrados de la Corte de Oro de estos nuevos magistrados que tienen muchos amigos pero de derecho poco y nada. Los jueces se respetaban, fallaban en derecho y no andaban en noticieros y revistas buscando fama de turno. Estas nuevas altas Cortes en nada inspiran a los estudiantes de derecho con su jurisprudencia, por el contrario confunden con esos constantes cambios de línea sólo por conveniencia. Con tristeza expreso a quienes se están formando, que ya ustedes no podrán suspirar con Sentencias como la C-595 de 1999 que enamoraba a cualquiera de una función social de la propiedad (se me hacen corazoncitos al rededor de sólo nombrarla).

Lo anterior es sólo un breve diagnóstico del dolor que siento, porque aumenta y a veces creo que me mata, quienes me conocen saben que soy una persona sensible y puede ser cierto. Así que por favor, si usted puede hacer algo por mi, querido lector, le recomiendo. Si usted trabaja para el estado en alguna rama del poder público, trabaje duro, trabaje bien, sea honesto y enriquezca su conocimiento a diario, su país y personas como yo lo necesitamos, yo hago mi parte a diario, ¿qué me dice usted?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario