LA EDUCACIÓN EN DERECHO DEBE SER DE CALIDAD Y NO UNA CARRERA POR UN TÍTULO

Con preocupación se observa, que existen instituciones que ofrecen programas de Derecho de seis semestres, inclusive hay otras instituciones que ofrecen programas a distancia, la pregunta es sencilla, ¿conoce el ICFES que esto está ocurriendo?, parece que si lo conoce y ha emitido los registros de estas carreras, lo cual hace más inquietante la situación, toda vez que es incomprensible por que el Estado no se preocupa por la calidad de la educación del país.




El Derecho es una ciencia social compleja, se integra de un núcleo esencial de siete áreas básicas (civil, familia, penal, laboral, administrativo, constitucional e internacional), y a su vez se especializa en un sin numero de materias, al interior de esas áreas o de forma paralela, como el derecho disciplinario, ambiental, agrario, tributario, comercial, financiero, marítimo, y podría continuar la lista llenando fácilmente diez paginas del presente articulo. Sin embargo, el objeto de este escrito, es realizar una reflexión y no enumerarles y exponerles la extensión y complejidad de las materias del Derecho.

Asimismo, no es la extensión de los temas a tratar en la profesión del Derecho lo preocupante, lo verdaderamente concerniente, atiende a que el Derecho es esencialmente una profesión de servicio a las personas, considerando que la personas naturales o jurídicas acuden a los profesionales abogados, para que estos encuentren una solución a sus controversias, las cuales involucran situaciones de sus vidas, normalmente de alta relevancia. El abogado entonces tiene un gran poder y por ende una gran responsabilidad, de atender los casos con un nivel alto de conocimientos, compromiso y ética.

Expuesto lo anterior, no quedan sino dudas, ¿seis semestres son suficientes para lograr obtener conocimientos integrales en Derecho óptimos para atender verdaderas controversias jurídicas que afectan a personas reales en aspectos importantes de sus vidas?, ¿tienen verdaderamente estas instituciones programas académicos de alta calidad o al menos de buena calidad?, ¿Qué papel juegan el ICFES y el Consejo Superior de la Judicatura en esta situación?.

Mientras se despejan esas dudas, lo recomendable es acudir a profesionales del Derecho con una formación académica reconocida. Por otro lado, nosotros los abogados debemos unirnos en aras de evitar que las llamadas "instituciones de garaje", continúen formando abogados mediocres, que afectan directamente la imagen del profesional del Derecho.