Recientemente estuve en una diligencia administrativa relacionada con disputas contractuales. Por razones de reserva y confidencialidad no ahondaré en los pormenores de la misma. Sí comentaré, en cambio, una situación que me llamó poderosamente la atención en esa ocasión, y que estoy observando como algo cada vez más recurrente a nivel de los servidores públicos: la confusión entre la esfera personal del servidor público con la institución a la que pertenece.
La confusión no es nueva, por supuesto. Cabe recordar al famoso rey francés Luis XIV quien manifestó en alguna ocasión "L´Etat c´est moi" ("El Estado soy yo"). Francia era él, y él era Francia. Pretencioso, pero al fin y al cabo, se trata del máximo jerarca de un Estado absoluto. El poder soberano en Francia, sin duda "era él". Rezagos de este tipo de situaciones siguen presentándose en el país. Por ejemplo, a nivel constitucional está previsto por el artículo 188, que el Presidente simboliza la Unidad Nacional. Quizá a él, más que a nadie, le esté dado utilizar frases como: "Colombia considera que (...)". Y por supuesto, esto no está exento de polémicas.
Algo así me ocurrió esta semana, cuando una funcionaria de una entidad pública se dirigía a mis defendidos de la siguiente manera: "La administración desea saber si usted (...)". La administración, vale la pena resaltarlo, era esta funcionaria. Ella, al mejor estilo de Luis XIV, nos aminalaba con un poderoso "La administración soy yo". "La administración solicita que precise (...)" era lo mismo que un "Le solicito que me precise (...)". Al final, me vi obligado a recordarle a "la administración", que también ella estaba obligada a someterse a las leyes y respetar los principios y garantías jurídicas.
Pocos días después de este incidente observo con preocupación que el caso de la investigación penal en contra de la Contralora General Sandra Morelli, ha tenido movimiento. La Fiscalía (la entidad), la citará a diligencia de formulación de imputación, y en respuesta a ello, la Contralora sale a los medios a decir que "El Fiscal" (el funcionario) si pudiera, también la mandaría a matar. Esta frase es tan clara como decir que el Fiscal va a utilizar todo el poder y la institucionalidad bajo su mando para intentar acabar con ella, y que ella lo sabe. ¿Qué tan institucional fue el actuar del Fiscal? ¿Qué tan institucional ha sido el actuar de la Contralora que se investiga?
Piensen ustedes cuántas veces acuden a un despacho judicial, a una oficina administrativa, y encuentran que desde el vigilante de la entrada, el secretario, el auxiliar o incluso el operador judicial (Juez, Fiscal, Magistrado, Investigador, Inspector del Trabajo, entre otros) se creen "los dueños" del cartel. Creerse "el dueño del cartel" -bajo un modelo basado en el poder de convicción de las instituciones, es el primer indicio del despotismo, que por supuesto, no tiene nada de institucional. Eso, no es muy jurídico, por mucho derecho que haya de por medio.
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* Imagen tomada de la página web: www.biografiasyvidas.com
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