viernes, 27 de septiembre de 2013

El precio de la gasolina en Colombia

¿Qué tan importante es el precio de la gasolina en una sociedad capitalista? Inmensamente importante.  Su impacto: Decisivo.  El asunto es de tal importancia que ha sido móvil para declarar guerras, o para negociar una paz no deseada (en otras latitudes).  La gasolina es relevante por varias razones: En primer lugar, se trata de aquel elemento que permite la movilidad, y la movilidad es el elemento esencial de cualquier negocio comercial.  Trátese de mover información, mover mercancía, mover personas, mover medicinas o mover armas, a partir del siglo XX parece imposible pensar en el concepto de movilidad, si no hemos pensado también en la gasolina.  En segundo lugar, la gasolina es lo que le permite a las personas de las sociedades contemporáneas, sentirse individuos diferente de los demás.  Esto se da porque la gasolina es el insumo necesario para poder andar en carro.  El carro, a su vez, es un elemento que otorga estatus social, y que le permite a la persona la libertad de ir a donde quiera, cuando quiera, sin depender de otros (a excepción, por supuesto, del tráfico citadino).

La gasolina compite junto con la Coca Cola por el primer lugar en el concurso de: ¿Cuál es el líquido oficial del capitalismo? Hacer referencia a la importancia que tiene el precio de la gasolina en una sociedad capitalista, es como preguntarse por la relevancia que tiene el fútbol en la cultura mundial.  Algunos Estados son sumamente rigurosos en el manejo que se le debe dar al precio de la gasolina.  Colombia no es uno de esos países.  El precio de la gasolina en el país ha sido algo oscuro para la ciudadanía en general, o mejor aún, es un asunto de privilegiados.


Se han venido escuchando voces -cada vez más numerosas- que claman por una regulación decente.  El asunto ha llegado al debate constitucional, y la Corte Constitucional en sentencia C-621 de 2013, decidió tomar cartas en el asunto.  En esta sentencia, la Corte declara la inexequibilidad de una norma que permitía al Ministerio de Minas fijar el precio de referencia de los combustibles.  Ese precio de referencia incide en la determinación de un diferencial de precios que implicaría, en sentir de la Corte, un sistema de recaudo del Estado, que no ha sido previsto ni regulado por la ley, y en consecuencia, se trataría de un tributo informal.

En el comunicado de prensa No. 36, de 10 y 11 de septiembre de 2013, la Corte Constitucional señala:

"Para la Corporación, la ausencia de norma de rango legal que establezca tal método y parámetros, resulta contraria al principio de legalidad tributaria establecido en el artículo 338 de la Constitución, en tanto que los cuerpos de representación popular habían estado ausentes en la determinación de los elementos definitorios de esta contribución parafiscal. Esta situación, como tantas veces ha explicado la Corte Constitucional, desconoce el contenido de legitimidad democrática que debe caracterizar a los tributos dentro de un Estado democrático. Por consiguiente, el literal c) del artículo 101 de la Ley 1450 de 2011, disposición que servía como fundamento a la contribución parafiscal que conformaba una de las fuentes de recursos del FEPC, fue declarada inexequible."

Como se observa, la discusión jurídica en torno de la determinación del precio de la gasolina ha dejado de ser un aspecto oscuro.  El asunto, está adquiriendo la importancia que tiene en otros países.  Siendo un país productor de petróleo, muchos expertos no se explican por qué el costo de la gasolina es tan elevado.  Esto igualmente hace que la ciudadanía se pregunte sobre quién gana y quién pierde con las alzas o las bajas (que no se han dado) del combustible.  Ya el asunto se está discutiendo a nivel de jurisdicción constitucional, y es altamente probable que el asunto del precio de la gasolina se convierta en un asunto de orden público, en sentido jurídico.
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* Imagen tomada de la página web www.somoscolombianos.com

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